viernes, 30 de noviembre de 2012

El mundo se para y toma una fotografía.


Hoy he presenciado una de las escenas más bonita y dulce en tiempo. Paseaba por la calle cuando me he encontrado una familia que se disponía a tomar un poco el aire. Iban todos, el nieto, la madre, los abuelos y la bisabuela. Llegó un momento en que la bisabuela quería cogerle la mano a la criatura, que no debía llegar al año. Al cogerse la mano, el niño ha sonreído. Ese mismo instante ha sido como si el mundo se parara, cogiera una fotografía para el recuerdo y volviera a tomar su curso rápido habitual.

 La ternura de la escena me ha conmovido de tal forma que he visto la necesidad de escribir sobre ello tan pronto llegara a casa, así intentar que ese segundo no cayera en el olvido como tantos otros.

martes, 20 de noviembre de 2012

Quien pudiera tomar el tiempo


Quien pudiera tomar el tiempo, y tirar seis años atrás para que pudiera volver a oír la dulce nana. Parece que hace siglos que no te veo, sin embargo el tiempo engaña como el más lúcido traidor. La distancia que nos separa es tan y tan grande que ni incluso encuentro consuelo en los recuerdos, me balanceo al borde del abismo.  De donde mis pies están derechos hasta tu estrella hay tanto recorrido que ni que tuviera todo el tiempo del mundo, mis ganas de verte no se saciarían. Imagino que te tengo al lado como una suave memoria, pero cuando me acerco para darte la mano me doy cuenta que mi mente aun no es consciente de que te has ido.  

martes, 6 de noviembre de 2012

Río.


El río se hiela, no avanza cuando llega el oscuro invierno.  Hay veces que el río se diluye cuando llega la primavera, pero otras veces se queda anclado en la larga escarcha. La noche espesa lo envuelve en descanso, eterno.  Un rumor amoroso lo acompañará siempre, mas en ella el vacío está a su lado. El amor como en las tragedias será mucho más fuerte que la misma muerte.