sábado, 27 de abril de 2013

P.

El presente corta los próximos tres segundos de vida. Es inútil el silencio del llanto, de la desesperación. Cuando no hay más camino por el que avanzar para el que camina a tu lado, se ve el fondo, oscuro y lóbrego. No importa cuánto camino te quede a ti, sino todo el que le falta al otro. Por unos segundos dará igual si puedes volver a ir a la playa en verano o si podrás ver la lluvia helada en invierno. Qué más da. Todo da lo mismo ahora. Esta noche volverás a acurrucarte en tu cama, puede que no duermas, pero estarás. El otro yacerá en oscuro, sin aire ni luz.
Aprecia tu vida como el mayor tesoro que jamás te hayan dado. Abrázala, cómetela a bocados, no dejes ni un segundo suelto. Sueña, vive y no dejes que nadie ni nada te impida ser quién eres porqué solo tenemos una oportunidad de vivir. Empieza a vivir.