miércoles, 24 de octubre de 2012

Oro.

Dame la mano. Cógela fuerte y no la dejes ir. Tu compañía es de las pocas cosas que me hacen levantarme con más ganas por la mañana, casi con media sonrisa dibujada en mis labios. Tus palabras son como de oro, las tomo prestadas, las adapto a mi forma de ser. Mas fruto prohibido, en cielo pomposo y dulce me pierdo.

Agarra más fuerte mi mano, sonríe.

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