El calor abandona
nuestros hogares y el otoño se adentra lentamente en nuestras vidas. Con ello
la suave brisa se lleva las hojas, los recuerdos, los sueños y nuestro amor.
Todas esas pinturas veraniegas quedan lejos como una ilusión, como un sueño que
nunca se hizo realidad. Prefiero pensar que fue un anhelo, que no fue real.
Ahora que la lejana canción del invierno me hace volver al mundo real. Cuando
las hojas en otoño empiezan a caer tú desapareces para siempre, como una ola en
el gris, triste y frío mar.
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