Dejar de escribir para que alguien lo leyera ha sido
renovador la verdad. El fin del bachillerato supuso muchísimo estrés para mí
(al igual que para muchos) y después de todo el trabajo del curso me apetecía
desconectar, olvidarme de cosas como el blog y empezar a descubrir nuevos
mundos. Ahora acabo de empezar una de las aventuras más grandes de mi vida, la
universidad. Siento que tengo muchas cosas sobre las que escribir, no como
antes. Antes me sentía con cada palabra que plasmaba sobre el papel,
dejando a un lado la escritura. He crecido y madurado como persona y de alguna
forma eso me hace sentir mucho mejor con mis escritos, cuentos y poemas.
La próxima entrada vendrá pronto, cargada de emoción y
sentimientos.
Un abrazo,
Maria.