Oro.

Dame la mano. Cógela fuerte y no la dejes ir. Tu compañía es de las pocas cosas que me hacen levantarme con más ganas por la mañana, casi con media sonrisa dibujada en mis labios. Tus palabras son como de oro, las tomo prestadas, las adapto a mi forma de ser. Mas fruto prohibido, en cielo pomposo y dulce me pierdo.

Agarra más fuerte mi mano, sonríe.

Tot el que no t'he pogut dir.

Has marxat. L’únic consol que em queda es que et veuré a tu, i a l’avi, al cel malgrat que no sé si ni sabreu qui sóc, si us sabreu quin és el meu nom. Poc a poc vaig recordant tot allò que vam fer i vam conversar juntes i una sensació de enyorança m'envaeix. Des que he sigut molt i molt petita has sigut la persona que ha estat al meu costat des de les sis del matí fins en ocasions a les deu de la nit. Des de que no hi ets noto una buidor dins meu, que no sé pas com s’omplirà. Sento que ha marxat amb tu part de mi mateixa, com el fum quan el braser crema. Però aquí baix romanen les brases, tot i que el fum hagi marxat, queda el record. El que el meu cor sent per tu no es pot traduir a paraules,  l’única cosa que puc dir és gràcies per tot, per haver-me fet la noia que sóc ara, forta i valenta sense por d’enfrontar-se als problemes que li presenta la vida. Gràcies per haver insistit durant tants anys que el treballar dur té una enorme recompensa. Gràcies per fer-me veure el valor que té la família. Gràcies per ensenyar-me tots els valors que vas aprendre durant la teva dura joventut.  Gràcies per ensenyar-me a estimar la terra de la que vinc. Gràcies per haver-me fet valorar la vida com el regal més meravellós que em podran fer.  Gràcies iaia, t’estimo. 

Rosada lluvia se pierde.

¿Dónde están aquellos días?

Camuflados entre los campos

De la memoria olvidada.

¿Dónde están todos los recuerdos?

Encerrados en un cajón

De dónde jamás volverán.

Mas yo quisiera volver,

Volver al día soleado,

Donde tu reír

Era mi aliento de vida.

Yo quisiera volver,

Aquella calle blanca,

Lugar feliz,

Rosada lluvia se pierde.

Libros.

Los libros son palabras en el viento juntadas en un papel  para expresar lo que alguien siente o lo que quiere contar. Borges dijo “ser escritor es un hermoso destino” y que razón tan grande tenía. Yo me lo aplico de forma un tanto distinta “ser escritora y ser lectora es un hermoso destino”.  A pesar de que la escritura es uno de mis grandes amores en esta vida, la lectura siempre ha sido como una parte de mi misma, una hecho tan simple como leer un poquito antes de ir a dormir está tan arraigado a mí que ni siquiera me imagino una noche sin leer.

Podría pasarme horas y horas hablando sobre mis libros favoritos, pero  no me gusta compartir demasiado las emociones que he sentido al leer ese libro. La relación libro­lector puede llegar a ser tan fulminante, tan intensa. Cuando leí Jane Eyre por primera vez sentí una voz interna que me decía que ese era mi libro, esas eran las palabras que mi corazón buscaba oír.

Solo le deseo a todo el mundo que encuentre su libro. Y todos los que no leen, que cojan un libro, sin leer se cierran las puertas a un mundo maravilloso.